Lincoln Park es la zona en la que vivo. Cerquita de la parada de metro de Fullerton, comienza este barrio tranquilo, acogedor y un tanto yuppi.
Si en tiempos de Al Capone se hizo famoso por tener aquí lugar la 'matanza de San Valentín' en la que la mafia de capone ajustó cuentas tomandose la justicia por su mano, hoy el paisaje es bien distinto. Casas victorianas, parejas con niños y paseadores de perros, es todo lo más peligroso que puedes encontrar en este barrio lleno de restaurantes japoneses que te venden 12 piezas de Maki a 4 dólares.
La casa en la que vivo es una especie de Bed and Breakfast con apartamentos independientes, regentada por el típico matrimonio yanki, amable hasta el término de venir a casa a regalarte un paraguas porque está lloviendo. Andy y Mary Shaw, mis caseros, son más que un matrimonio yanki tradicional. Él, con fama televisiva reconocida, trabajó en la ABC hasta jubilarse. La mujer regenta el B&B mientras se acicala el pelo para salir en las revistas. La hija, trabaja en la Casa Blanca de abogada, y fotos con Barak Obama decoran el salón de esta 'humilde' familia.
Creo que tuve más que suerte al encontrar esta casa. Está muy cerquita del centro, pero en un barrio muy tranquilo, pero con mucha vida y gente joven al estar aquí cerca una de las Universidades de Chicago. La casa es una casa victoriana, muy cuca, con varios apartamentos independientes. El mío, tiene la pega de ser un bajo y no tener demasiada luz, pero la superventaja de que se mantiene fresquito en el bochornoso verano chicagüense. Un jardín común me sirve de retiro para fumarme algún que otro pitillo, mientras un par de conejos me dan los buenos días y me hacen sentir como si fuera Alicia en el País de las Maravillas.
Lo bueno de tener en frente a los caseros, es que si te quedas encerrada a las 7 de la mañana con todo el jet lag encima en el cuarto de las calderas, puedes salir en camisón a su casa y pedirles unas llaves de repuesto, no se puede empezar con mejor pie verdad? jejeje. Ya me imaginaba yo a lo Bruce Willis, teniendo que romper la ventana de cristal que da acceso a mi casa para parar la cafetera y la tostadora...
Por lo demás, es una gente encatadora, que ha tenido el detalle de no tener en cuenta la empanada mental de mi primer dia, jeje.
Tengo varias vecinas, una de ellas, Amanda muy agradable y simpática, me da conversación con el cafe de las tardes-noches.
Una de las ventajas de esta zona es que está muy cerquita del lago Michigan y en 10 minutos puedo estar en la playa, disfrutando de este lago-oceáno que se congela en invierno.
Mi hermanito y Mónica ya han probado sus aguas heladas, ¿os atrevéis?.
Las vistas, son alucinantes y muchas veces se convierte en escenario de fechas tan señaladas como su 4 de Julio, pero...guasas a parte, después de estar esperando una hora y media a los fuegos de tan señalado día y darnos cuenta de que justo donde estábamos no veíamos nada en el momento de lanzarlos (are you serious??), he de deciros que no tienen nada que envidiar a los de cualquier fiesta española. Estos si van a las fallas, flipan.
Mi hermanito y Mónica ya han probado sus aguas heladas, ¿os atrevéis?.
Las vistas, son alucinantes y muchas veces se convierte en escenario de fechas tan señaladas como su 4 de Julio, pero...guasas a parte, después de estar esperando una hora y media a los fuegos de tan señalado día y darnos cuenta de que justo donde estábamos no veíamos nada en el momento de lanzarlos (are you serious??), he de deciros que no tienen nada que envidiar a los de cualquier fiesta española. Estos si van a las fallas, flipan.
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se zambullen...